miércoles, 31 de marzo de 2010

HOY un año atras perdiamos de forma fisica a un símbolo de la democracia

El ex presidente Raúl Alfonsín murió a las 20.30 de ayer, víctima de una neumonía aspirativa derivada de un cáncer de pulmón con metástasis ósea. Sus restos serán velados hoy y mañana en el Congreso nacional.

   "Lamentablemente, a las 8 y 30 (de la noche) el doctor Alfonsín ha fallecido, tranquilo en su domicilio, acompañado de sus familiares, en mucha paz", informó alrededor de las 21 su médico personal, Alberto Sadler.

   El gobierno nacional decretó tres días de duelo nacional y exequias presidenciales. Lo hizo a través de un decreto firmado por el vicepresidente, Julio Cobos, y el ministro del Interior, Florencio Randazzo.

   La presidenta Cristina Fernández, en Londres, se enteró a través de su esposo, Néstor Kirchner, y luego se comunicó con Cobos, para dialogar acerca de los detalles de la ceremonia en el Senado nacional.

   La presidenta consideró "importante" que se haya homenajeado en vida a Alfonsín, el año pasado en la Casa Rosada, y que "esa es la última imagen que tenemos de él".

   Según fuentes del Congreso, el cuerpo del primer presidente tras la recuperación de la democracia, en 1983, iba a ser llevado al Parlamento durante la madrugada de hoy.

   "Autorizamos el Salón Azul por un pedido de su familia", informó el presidente provisional del Senado, José Pampuro.

   Las puertas del Congreso serán abiertas al público a partir de las 10 de hoy para quienes quieran homenajear al líder radical. Por lo visto ayer frente a su domicilio, se espera mucha gente en el último adiós.

   Los ex presidentes Néstor Kirchner, Eduardo Duhalde, Fernando de la Rúa y Carlos Menem coincidieron en destacar la figura de Alfonsín, quien además de haber sido el primer presidente desde la última dictadura militar fue un infatigable militante por los derechos humanos, cofundador en 1975 de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH).

   Frente a su domicilio en el porteño Barrio Norte cientos de personas se fueron agolpando durante su agonía, y tras conocerse la noticia de su fallecimiento, con velas en las manos, se mantuvieron en silencio, rezaron, vivaron al líder radical y expresaron un homenaje en reconocimiento por su trayectoria política.

   Desde el último fin de semana el estado de salud de Alfonsín se había complicado. Ayer a la mañana su médico preparó a la ciudadanía con la lectura de un parte que daba cuenta de la gravedad del cuadro: "Se agravó (su salud) por el mal manejo de sus secresiones respiratorias, debido a la debilidad muscular", también dijo que "tiene tendencia al sueño, siendo difíciles las conversaciones". "Su pronóstico es reservado", añadió.

   También informó que el paciente no iba a ser movido de su casa, donde estaba acompañado por toda su familia, y que el tratamiento que recibía era "oxigenoterapia, kinesioterapia respiratoria".

   Tras el velatorio en el Senado, los restos de Alfonsín serán inhumados, el 2 de abril, en el cementerio de la Recoleta. Transitoriamente, el féretro será depositado en la bóveda de los muertos radicales en la Revolución de 1890. Luego será sepultado en un monumento que será construido en su honor.

Alfonsin en Santa Fe

Su legado es la base del futuro

Para un país que sufrió hasta el cansancio los horrores del autoritarismo, la despedida del primer presidente de la democracia recuperada no puede ser una noticia más. La muerte de Raúl Alfonsín cierra un ciclo histórico en la Argentina.

Su imagen, indisolublemente vinculada a la defensa del estado de derecho y las libertades públicas, quedará impresa a fuego en la memoria colectiva. El triste fin de su gobierno, que con tantas expectativas había comenzado, carece de relevancia ante la enorme dimensión de sus logros, que acaso adquieran mayor significado mientras mayor, justamente, sea el tiempo que pase.

Todos los argentinos aprendieron, gracias a la prédica y la práctica de Alfonsín, a revalorizar aquello que habían perdido a manos de los militares y sus cómplices civiles: la democracia representativa. La simple lectura del Preámbulo de la Constitución nacional se convirtió, en los memorables días de octubre de 1983, en una fórmula infalible para captar la masiva adhesión popular. Habían sido muchas las derrotas, muchas las pérdidas, muchas las muertes. La democracia se presentaba como la única medicina capaz de sanar al país enfermo. Y Alfonsín encarnaba su espíritu mejor que nadie.

En este triste momento, el mejor homenaje que puede hacerse a quien dio el primer paso en tan trascendente camino es el recuerdo cálido y el reconocimiento constante. Sólo sobre la base de su legado político se construirá la Nación que los argentinos quieren, esperan y merecen. Sin quererlo, Alfonsín dio una lección que las futuras generaciones deberán saber de memoria si aspiran a vivir en una Argentina que se encuentre a la altura de sus reales posibilidades.


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"Querido presidente Raúl Ricardo Alfonsín, siempre lo llamé presidente, se acuerda, ¿no? Nunca lo dejé de llamar de esa manera, cuando compartíamos ambos una Cámara, en el Senado de la Nación.

Hace poco más de 20 o 30 días atrás lo fui a visitar para comunicarle la decisión que habíamos tomado de colocar, de terminar el busto, que le corresponde como presidente ocupar en esta Sala de Bustos de esta Casa, que es la Casa del Pueblo, la Casa Rosada. Me acuerdo que cuando fui estaba con su hijo y en un primer momento dijo: "No, cómo, una estatua, por qué un homenaje, no". Y yo le dije que desde hace mucho tiempo que a mí me parece que los homenajes a los hombres y a las mujeres, que se lo merecen, hay que dárselos en vida.

Por eso presidente no se sienta en la obligación de tener que dar explicaciones de esta estatua, es cierto que es un homenaje a estos 25 años de democracia, pero yo quiero que también quede bien claro que es un homenaje a usted como persona porque usted llegó a presidente de la República Argentina luego de una larga vida de militante y dirigente político.

Y esto tiene un valor: el de dedicarse con la vocación, con la pasión con la que usted ha abrazado la causa de sus ideas, como la llama, de su partido, de su fidelidad al mismo, pero fundamentalmente a sus ideas. Habla del merecimiento del homenaje. Pero además, como presidente, es usted –lo quiera o no– el símbolo del retorno de la democracia a Argentina.

Tal vez hoy para muchos jóvenes que no conocieron épocas aciagas de nuestro país la democracia sea una forma de gobierno, una división de poderes, pero aquellos que vivimos las más terribles dictaduras de las que se recuerde, la democracia no es sólo una cuestión o forma de gobierno sino una cuestión de vida y de sobrevida.

Por eso en aquel 30 de octubre de 1983 recuerdo que a mí se me caían las lágrimas, debo confesarle, no porque había ganado usted sino porque habíamos perdido nosotros –tengo que ser sincera también, sino no sería yo–. Pero debo decirle que ese 10 de diciembre cuando les habló a los argentinos desde el Cabildo, le habló a todos los argentinos, a mí también.

Y quiero decirle, también, que esa vocación de unión nacional, esa vocación de encontrar entre todos los argentinos las soluciones que todavía no han llegado para otros, que carecen de vivienda o de trabajo, de tantas cosas, debe ser el objetivo que nos una a todos, fundamentalmente, en un mundo presidente –usted es un lector incansable, un observador infatigable de la realidad cotidiana– en un mundo que se presenta con dificultades nunca vistas, nunca imaginadas, donde viejos paradigmas se desploman y amenazan con una catástrofe, como usted mismo dijo, a nivel o escala global.

Esto nos obliga a todos a hacer un gran esfuerzo en la construcción del diálogo, en encontrar ideas en común, más allá de – como usted decía– la conflictividad democrática que se dilucida en las urnas cuando hay que elegir quién es presidente o quién es gobernador. Pero creo que hoy, en este momento particular que vive el mundo, donde afortunadamente podemos estar aquí sólidamente parados, tomarnos el descanso cada uno de nosotros, de nuestras miradas hacia el pasado, o tal vez de nuestras diferencias partidarias, para realmente en un diálogo nacional fructífero, profundo, a poco más de un año y medio del Bicentenario, encontrar ese camino de unidad nacional y de reconstrucción del país por la que tantos argentinos y argentinas dieron su vida.

Por eso, querido presidente, quiero darle las gracias por haber aceptado este homenaje, que es de todos los argentinos, que le hacemos a usted, el primer Presidente de la democracia que tanto les costó encontrar a los argentinos, que significó la ruptura de un ciclo histórico que iniciado en 1930, trajo sólo enfrentamientos y divisiones. Por eso, con ese reconocimiento que le doy como argentina y como militante política, permítame agradecerle su presencia, su historia y su vida. Muchas gracias".

Discurso de la presidenta de la Nación en un homenaje a Alfonsín

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La muerte de Raúl Alfonsín causó conmoción en el ambiente político y todas las repercusiones se centraron en destacar la figura del ex presidente radical como el emblema de la democracia.

   Cristina Fernández de Kirchner (presidenta): La figura de Alfonsín está vinculada a la recuperación de la democracia. Fue importante haberlo homenajeado en vida, el año pasado en la Casa Rosada.

   Néstor Kirchner (titular del PJ): Los argentinos van a tener un profundo reconocimiento porque encabezó el proceso democrático a partir de 1983, pero además el juicio a las juntas militares fue un mojón histórico que le deberán reconocer.

   Julio Cobos (vicepresidente): Hemos perdido a un gran hombre de bien. Se ha marchado en paz el gran defensor de los valores democráticos, de las instituciones y del pueblo argentino. La historia nacional recibe con honores al garante de la democracia.

   Elisa Carrió (Coalición Cívica): Aunque he tenido diferencias politicas grandes con él, yo siempre lo he amado profundamente. Marcó a toda una generación.

   Fernando de la Rúa (ex presidente): Mi respeto a la memoria de un gran presidente. Como correligionario, todo mi afecto, y como amigo, el dolor que significará su ausencia.

   Gerardo Morales (titular de la UCR): Alfonsín lideró el último proyecto nacional que conoció el país y fue el mejor presidente de la democracia.

   Aguntín Rossi (diputado nacional): Indudablemente Alfonsín va a ser recordado por todos los argentinos como el dirigente que más hizo por la consolidación de la democracia como sistema y forma de vida de los argentinos.

   Felipe Solá (PJ disidente): Alfonsín expresó lo mejor de la política y, aun desde las diferencias, siempre nos entendimos.

   Comité departamental Rosario de la UCR: Desde el radicalismo rosarino lo mejor que podemos tributarle a quien consideramos el padre de la democracia es trabajar por la cohesión del radicalismo para hacer el gran partido que soñó junto a grandes como Hipólito Yrigoyen y Leandro Alem.

   Héctor Cavallero (PPS): Más que un ex presidente, se murió una persona que en un momento difícil del país fue el sinónimo de la democracia.

   Darío Maiorana (rector de la UNR): Un hombre indispensable para la democracia argentina. Fue nombrado, en vida, doctor honoris causa por nuestra Universidad.

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Cientos de personas se agolparon anoche frente al departamento del ex presidente Raúl Alfonsín, tras conocerse la noticia de su fallecimiento, y, con velas en las manos, se mantuvieron en silencio, rezaron, vivaron al líder radical y expresaron un homenaje en reconocimiento por su trayectoria.

   Un vecino salió al balcón de su departamento sobre la calle Santa Fe, entre Rodríguez Peña y Montevideo, y con una foto encuadrada demostró el sentimiento por la muerte de una de las principales figuras de la democracia.

   Familias y jóvenes estuvieron durante la tarde frente al departamento de Alfonsín, tras conocerse que su salud se había agravado, pero pasadas las 20 la cantidad de gente aumentó y al hacerse pública la noticia de su muerte los manifestantes encendieron velas.

   Algunas de estas velas fueron puestas sobre el cemento por un grupo de mujeres congregadas en el lugar, que quisieron homenajear a Alfonsín con una especie de santuario en tributo al dirigente radical.

   Los seguidores del ex mandatario cortaron parcialmente la avenida Santa Fe y hasta altas horas de la noche permanecieron en el lugar como muestra de reconocimiento a un símbolo de la democracia.

   Durante el día, muchos fueron los mensajes por distintos medios que la comunidad envió al ex presidente para que pudiera recuperarse y para dar apoyo en un momento que ya se preveía complicado.

   Con lágrimas, los manifestantes iniciaron una cadena de oración, vociferaron el nombre de Alfonsín con la mirada en alto y realizaron fuertes aplausos para demostrar su reconocimiento.





Don Raúl. Los militantes de Franja Morada exhibieron un cartel con la leyenda "Gracias don Raúl", mientras entonaban cánticos que se hicieron populares en la época de esplendor del alfonsinismo.

   Entre la multitud que se congregó frente a su domicilio tampoco faltaron las banderas argentinas. Tampoco aquellas pancartas con consignas memorando la victoria del líder radical en 1983.

   Lágrimas y rezos entre gente mayor y jóvenes, que no alcanzaron a vivenciar su Presidencia, pero que seguramente fueron transmitidas de padres a hijos.

   El grito de "Alfonsín, Alfonsín, Alfonsín", aún resonaba anoche frente a su domicilio. Las muestras de afecto y respeto para el ex líder radical siguieron hasta altas horas de la madrugada.

   "Raúl, querido, el pueblo está contigo", cantó otro grupo de vecinos. Entre las figuras convocadas se lo pudo ver al diputado justicialista Felipe Solá, quien se estrechó en un abrazo con el titular de la UCR, Gerardo Morales.

   Muchos de los vecinos no logran contener las lágrimas por la triste noticia. También hubo quienes rezaron en silencio por el ex presidente.

   Los balcones cercanos al domicilio se llenaron de flores y banderas como último homenaje a un vecino muy querido.

   En el interior del departamento permanecían los familiares más cercanos. José Ignacio López, quien fue vocero del ex presidente, agradeció las amplias muestras de amor hacia Alfonsín.

martes, 30 de marzo de 2010

Un político con mayúsculas

Raúl Alfonsín inició a los 18 años su militancia política en la Unión Cívica Radical, partido al que le dedicó su vida. Hoy intentamos rendirle homenaje a un titán de la democracia. Al hombre que con sólo 23 años y su título de abogado inició el largo camino de luchar sin descanso por la libertad y la igualdad. Al político con mayúsculas que fue capaz de prometerle cien años de democracia al pueblo argentino.

Alfonsín recorrió un camino en el que plantó su primer mojón en 1954, cuando obtuvo un escaño en el Concejo de su pueblo. El próximo paso fue en 1958, cuando ocupó una banca en la Cámara de Diputados bonaerense. Cuando en 1966 cae Illia, durante noventa días sufrió una fuerte depresión que lo mantuvo inactivo.

El 24 de marzo de 1976 se produjo el golpe más terrible que haya sufrido la Argentina, encabezado por Jorge Rafael Videla. Este disparate que sufrimos durante siete años desembocó en todo tipo de penurias. Alfonsín entonces denunciaba secuestros, desapariciones y militaba en la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos. Fue también de los pocos que se opusieron a la guerra de Malvinas cuando ya el país estaba en manos de Leopoldo F. Galtieri. Ya constituido en el principal referente de la UCR, fallecido Balbín y con un gobierno militar sin retorno, se pone en marcha el proceso que nos permitiría arribar a las elecciones de 1983.

Al regresar de una gira Alfonsín anunciaba que se " investigarán los excesos de la Junta Militar". La Multipartidaria logró que se estableciera la fecha del 30 de octubre para los comicios. Alfonsín aplastó en la interna a Fernando de la Rúa e inició su campaña. En uno de los últimos intentos de la dictadura se decretó la ley de amnistía. Alfonsín sostuvo que sería anulada mientras que el candidato justicialista Italo Luder afirmaba la imposibilidad de revisarla por tratarse de un derecho adquirido que había extinguido la acción penal. La diferencia entre uno y otro permitió un notable crecimiento de la figura de Alfonsín.

Quiero referirme a algunas experiencias personales inolvidables que marcaron mi vida. El 7 de octubre de 1983 decidimos junto al correligionario Angel D’Ambrosio viajar a la ciudad de Santa Fe para asistir al acto que se hacía en un palco levantado en la esquina ubicada frente a la cancha del Club Unión. Esa noche fue gloriosa. Alfonsín habló una hora y cuarenta minutos y desarrolló una pieza oratoria magnífica. Tuvimos oportunidad de observarlo y quedar maravillados por su carisma, el manejo de sus manos, los silencios y las frases punzantes y reflexivas que enloquecían a la multitud. Pero además, finalizado el acto y gracias a una gestión de Aníbal Reinaldo, por entonces candidato a gobernador, tuvimos el privilegio de participar de la cena que se realizó en un hotel céntrico. Se lo veía extenuado y al día siguiente lo esperaba un acto en Misiones. Sin embargo fue el último en retirarse.

Volvimos de Santa Fe eufóricos y convencidos de que ganar las elecciones era posible. Con los días el clima favorable en el país se iba extendiendo. Aquello que había comenzado un año antes con el famoso discurso en el estadio de Ferrocarril Oeste estalló primero en el Obelisco y luego en el Monumento a la Bandera, donde un "río" interminable de gente acudió con banderas de todos los colores a ese acto inolvidable para la ciudad. Aquel 28 de octubre no habló una hora cuarenta; su disfonía era evidente y su cansancio ostensible. Nuevamente tuvimos oportunidad de estar en el palco y muy cerca de él. Se sentó en un tablón, se aflojó la corbata y mirándolo con ojos mansos y pícaros le dijo a Víctor Martínez, su compañero de fórmula: " Mirá cordobés: los genoveses te mataron con el acto que hicieron". En Rosario no hubo cena, Alfonsín se fue rápidamente a Buenos Aires pero gran parte de la ciudad se mantuvo en las calles bulliciosa y festiva porque se venía la democracia que prometía Alfonsín, que hacía vibrar con su rezo laico recitando el Preámbulo de la Constitución. Llegó el 30 y se consagró presidente.

Alfonsín fue durante toda su vida un gran lector. Entre sus filósofos preferidos siempre estuvo Erich Fromm. Quiero citar dos frases de él a propósito de las banderas que siempre levantó el ex presidente: la libertad y la igualdad. Con respecto a estas el alemán tiene dicho que la libertad es la capacidad de obedecer la voz de la razón y del conocimiento. En cuanto a la igualdad, escribió que se produce cuando al descubrirse uno mismo por completo, se reconoce igual a otros y se identifica con ellos. Creo que ambas definiciones son una síntesis de lo que significó para los argentinos este hombre que hoy despedimos apesadumbrados porque sin dudas que la democracia, las instituciones, la República, el pueblo compuesto por hombres y mujeres que fueron los protagonistas de muchas luchas en el país, lo recordarán por siempre.

El Alfonsín que desde el gobierno luchó en forma incansable contra los grupos de poder más concentrados, que juzgó a las Juntas, que quiso democratizar el sindicalismo, que quiso modificar un sistema de salud que hoy sigue siendo inequitativo e injusto, que discutió con Reagan ante los ojos de todo el mundo, que chocó con una parte de la Iglesia hasta tomar un micrófono en el altar, que nombró un ministro de Educación agnóstico, que estableció las bases para el Mercosur, que cerró el conflicto que pudo terminar en guerra con los hermanos chilenos, que soportó las embestidas de los Rico, Seineldín y Gorriarán Merlo, que no tenía las cosechas actuales y pese a ello enfrentó los insultos y agravios de aquella Sociedad Rural, que padeció la intolerancia de quienes esmerilaron su poder con trece paros a pesar de que en la peor época la desocupación real era del 7 por ciento y que hasta poco tiempo antes de morir recorrió las calles del país con la frente alta, y que por supuesto también cometió muchos errores que estoy convencido hoy quedan minimizados por el coraje y el valor que aportó a la lucha por un futuro mejor para nuestros compatriotas. Por eso es que creo que la muerte lo proclamó inolvidable.

Gracias, Raúl.

miércoles, 24 de marzo de 2010

PUBLICADO EN FACEBOOK



Dia de la MEMORIA.......pero completa...!!!!!

Estoy podrido que desde algunos sectores del justicialismo pretendan darnos lecciones de derechos humanos. ¿Ya se olvidaron quién y de qué gobierno firmó en el año 75 el decreto "para aniquilar los elementos del accionar subversivo en todo el país"? ¿Ya se olvidaron quiénes y desde qué partido, en la campaña electoral del 83 proponían mantener vigente la ley de autoamnistía de la dictadura militar? ¿Ya se olvidaron quién y desde qué gobierno indultó a los genocidas que estaban presos gracias al Nunca Más del Juicio a las Juntas? ¿Dónde estaban los que hoy cacarean tanto? Hoy es fácil levantar las banderas de los derechos humanos, pero había que hacerlo en aquellos tiempos, cuando el león estaba suelto y fuerte, no hoy cuando está enjaulado, cuanto no, muerto. Me tienen podrido los mentirosos que bastardean una lucha como lo es la de los derechos humanos, faltándole el respeto a los que quedaron en el camino, a las generaciones que no vivieron aquello, y a la democracia.



Martin Tunhakeisender El 24 de marzo a las 11:02 PUBLICADO EN FACEBOOK

A miembros de Pienso que el peronismo arruino Argentina

jueves, 11 de marzo de 2010

La Argentina no tiene futuro....

Cien años atrás, el mundo veía a la Argentina como el país latinoamericano con mayor proyección internacional. El único que, por el nivel educativo de sus inmigrantes, podía llegar a competir con los grandes. Hoy, la Argentina es el fiasco más dramático del continente. Esto demuestra que el progreso y el desarrollo de un lugar no depende sólo de sus habitantes cultivados, sino que el sistema elegido para ello es tanto o más importante. Pese a que no eran tontos ni ignorantes, los europeos que sufrieron el comunismo eran despiadadamente pobres.


Si bien las naciones con un elevado nivel instructivo y ético suelen llegar a ser más exitosas que las que carecen de esos atributos, el trabajo está mejor remunerado y los impuestos mejor distribuidos en las sociedades donde la libertad económica es irrestricta y el Gobierno no se inmiscuye en los negocios de la gente.

La Argentina no sólo eligió el camino económico equivocado, sino que carece de principios éticos. Se dejó llevar por la angurria de poder y dinero, y pisoteó los valores que hacen a una sociedad decente. Para reencauzarse necesita por lo menos veinte años seguidos de coherencia política y económica, sin sobresaltos y sometida al imperio de la ley. Con sus actuales gobernantes y con el fantasma del peronismo, la misión es imposible. A Perón no terminan de enterrarlo, y cuando se vive en el pasado no hay lugar para al futuro.

Las tácticas del manejo gubernamental obedecen a un caudillismo hereditario canceroso. La Reina Cristina accedió al mando sin brindarse a una sola entrevista periodística ni a un debate con sus adversarios. Simplemente se sentó en el trono para hacer gala de sus trajecitos de diseñadores famosos, que nunca viste dos veces. De enero a la fecha, su popularidad ha declinado del 56 al 19,9%.

La Kirchner no tiene un solo mérito o virtud, ni capacidad alguna para manejar el país. Su parodia de Evita saca a relucir su agresivo estilo de piquetera populista cada vez que pronuncia una palabra. Si además es cierto que es maníaca depresiva, puede llevar la Argentina a una hecatombe.

Cristina llegó al poder repartiendo dinero enviado de Venezuela por su buen amigo Hugo Chávez y aprovechando la maquinaria gubernamental, manipulada por su marido. Está rodeada de individuos siniestros: ex guerrilleros, terroristas y secuestradores ahora convertidos en cleptómanos burgueses socialistas. Desde que inició su mandato no hizo nada positivo, ni podrá hacerlo. Sigue extorsionando a los únicos que mantienen a flote el país: los productores agropecuarios.

En casi dos siglos, la Argentina no ha logrado convertirse en exportador significativo de ningún artículo con alto valor agregado. Gracias a sus descarados e incompetentes gobernantes, continúa dependiendo del campo. Los optimistas que hace cuarenta años quisieron crear una industria o comercio respetable se encuentran hoy en peor situación económica que cuando empezaron.

Los guarismos señalan que el 26,9% de la población vive bajo el nivel de pobreza. La Argentina figura en el puesto 108 (de 157 países) en el Índice de Libertad Económica, a distancia considerable de Uruguay (40º) y el Perú (55º)... y sideral de Chile (8º).

La Argentina es el Tercer Mundo con gente bien vestida y la cara bonita. Las calles porteñas llenas de basura se asemejan a algunas urbes africanas. Las villas miseria se expandieron al centro. La criminalidad y la falta de seguridad están muy enraizadas. La contaminación ambiental es asfixiante. La burocracia es insufrible. Los servicios son pésimos. Y la lista es larga… En el último medio siglo, Buenos Aires prácticamente no se modernizó. Cualquier ciudad latinoamericana muestra comparativamente un desarrollo superior.

La Argentina desapareció del mapa internacional por completo. Los únicos países de América Latina que cuentan en el mundo son Brasil y México, a quienes los argentinos miraban desde arriba. Chile, el Perú y Uruguay se encaminan hacia un futuro promisorio. La Argentina, en cambio, no lo tiene.

Por José Brechner -

http://exteriores.libertaddigital.com/la-argentina-no-tiene-futuro-1276235124.html

lunes, 8 de marzo de 2010

"UN DÍA PARA REFLEXIONAR, MÁS QUE PARA CELEBRAR…."


Con motivo de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, queremos aprovechar la oportunidad para saludar a las millones de compatriotas que día a día se esfuerzan para construir una mejor argentina.

Creemos que este día representa una ocasión para reflexionar sobre los avances conseguidos y las tareas pendientes.

Es un día para exigir cambios, para tomar posiciones; pero por sobre todas las cosas es una oportunidad para no olvidarnos de las miles de mujeres que viven en nuestro país y hoy no tienen motivos para celebrar.

Hablamos de las que deben luchar en soledad, una batalla demasiado desigual, contra la pobreza y la marginalidad y aun así no dejan sus lugares, porque de ellas depende muchas veces, la subsistencia de la familia. Muchas de ellas, convertidas en madres precoces o algunas que, con menos suerte, se mueren a causa de abortos mal practicados, condenadas por el solo hecho de ser pobres. Mientras tanto el Estado no hace lo suficiente para ocuparse como debiera de la salud reproductiva y muchos prefieren mirar para otro lado porque así es más fácil escaparle a un debate que muy pocos en este país se atreven a dar.

Pero también hablamos de las miles que, en pleno siglo XXI, están sometidas, reducidas a la servidumbre en algún taller clandestino; de las victimas de la esclavitud sexual muchas de las cuales, podemos decirlo sin temor a exagerar, son las desaparecidas de este siglo que nadie se preocupa en buscar.

Este oprobioso escenario no puede sino, hacernos preguntar: ¿No deberían formar parte estos temas de la política de Derechos Humanos, la cual, según se dice, es un eje en la agenda actual gobierno? ¿Acaso no son susceptibles de protección los derechos de estas mujeres…? Nuestra democracia necesita que los derechos humanos se plasmen en la realidad, y no que tan sólo sean una herramienta discursiva para maquillar la realidad.

El día internacional de la mujer es una buena oportunidad para recordar que una democracia en la que tantas personas están privadas de tantos derechos básicos, definitivamente no es una democracia que goce de buena salud. También debe ser una oportunidad para que los argentinos, sin importar el género, las creencias o posiciones partidarias, comencemos a asumir los compromisos necesarios para transformar esta realidad y definitivamente es una oportunidad para que el radicalismo se atreva a discutir y generar políticas de gobierno progresistas que ataquen a los flagelos que aún castigan a millones de mujeres argentinas.

Marzo de 2010


pegale a kristina - pegale a los politicos

http://www.mygame.com/game/483619/playe/

0800 444 3583

Línea telefónica gratuita y anónima para la recepción de denuncias sobre hechos de violencia en el ámbito doméstico. También se brinda orientación ante casos de violencia y discriminación, se asesora sobre prevención comunitaria del delito y servicios que afecten la seguridad.

Ésta es una de las 141 medidas a nivel provincial durante los primeros 100 días de Gobierno.