OPINION: Jaraz y Pereira sobre la actualidad polìtica"Nuestra existencia transcurre en la frontera entre la palabra que nos niega y la palabra que nos afirma, entre la palabra que nos nombra y la palabra que nos ignora."Angelina Uzín Olleros en "Introducción al pensamiento de Alain Badiou. Las cuatro condiciones de la filosofía"
Cuando el Radicalismo dice que combatirá la violencia con más democracia, resuena también aquel otro llamado sobre la necesidad de reconstruir la institucionalidad. Es una franca apelación a la voluntad de quienes tienen responsabilidades para que procedan a cambiar el rumbo por el que están llevando a la República. El gobierno debe permitir y posibilitar la vigencia plena de los dictados constitucionales que en su momento fueran vulnerados.
El PEN tiene y puede hacer uso de todo el poder que le confiere la Constitución Nacional, pero también es el Poder Legislativo el que debe retomar para si todas las facultades que legítimamente le corresponden. Más allá de las circunstanciales mayorías, es en el Congreso donde se debe debatir la gran política nacional y los problemas que afectan diariamente a los argentinos. Las cámaras legislativas deben recuperar el rol de caja de resonancia de la problemática nacional.
Con casi 3 meses de absurdo conflicto, la confrontación, en lugar de disminuir o encontrar el rumbo de una solución cierta y real, parece reincorporar la violencia física y la persecución política. Ambos frutos de momentos históricos que presumimos habíamos superado.Luego de aquella infeliz jornada en que una manifestación ciudadana con cacerolas como única arma, fuera reprimida por un grupo de piqueteros comandados por el vocero kirchnerista Luis D´Elia, hoy vemos como a la violencia se la practica desde la cobardía del anonimato.
Lo ocurrido, el pasado 30 de mayo, en la ciudad entrerriana de Federación, donde un grupo de peligrosos sujetos prendieron fuego al coche del presidente del bloque de Concejales de la UCR, Rubén Rastelli, debe inscribirse dentro de este delicado momento. Frente a la disidencia de ideas: el debate y la discusión, dejan paso a la intimidación y el miedo.La intolerancia esta alcanzando un grado de alto riesgo que amerita una evaluación seria y responsable. Si bien la economía es un elemento trascendente y vital, también lo es el clima de convivencia entre los ciudadanos que se promueve a partir de las medidas que adopta, o no, un gobierno.La agresión que recibiera días pasados el Gobernador del Chaco merece atención. A muchos podrá no agradar -y hasta irritar- el rol que Capitanich asumió, pero debe merecer respeto, tanto por su investidura gubernamental como por adherir a ideas que otros puedan no compartir.El Poder Judicial, que no puede ni debe ignorar lo que esta sucediendo, debiera dar a conocer su opinión, aun no vinculante, sobre la legitimidad de la medida tomada por el gobierno asumiendo funciones que le corresponden al acallado Congreso. Sin embargo, la única participación de la Justicia la hemos visto en la absolutamente reprochable detención de manifestantes y la citación los dirigentes ruralistas y políticos opositores.
Desde una perspectiva ética y democrática, la UCR defiende con total convicción que ante mas violencia, más democracia. Su prédica está sostenida por la necesidad de re-institucionalizar el país para encontrar los instrumentos aptos que brinden soluciones a los problemas y las controversias. Sino, la democracia será una declamación, la libertad una entelequia y la equidad una mera intención.Estamos a tiempo. Instamos a la señora Presidente, quien ha sido elegida por la legitimidad del voto popular, que reemplace soberbia por humildad; altanería por modestia e intemperancia por respeto.
Mario Jaraz y Enrique Pereira
Mesa Directiva
Comité Nacional UCR
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