Fue la voz de la oposición en la madrugada del jueves y uno de los constructores del empate. Cree que el radicalismo debería dar un lugar a Cobos si éste renuncia a su vínculo con el kirchnerismo.
Laura Fiochetta - Foto: Roberto Salvadores Se hicieron las cuatro de la mañana del jueves y el senador nacional por la UCR, Ernesto Sanz, insistió para que volviera al recinto el vicepresidente Julio Cobos. Le advirtió que quería hablarle \"de mendocino a mendocino\" y le sugirió que se acordara del Parque General San Martín, de Tunuyán y de toda la provincia antes de emitir su voto. Después, el radicalismo y toda la oposición festejaron. Se había producido el histórico \"no\" de Cobos al proyecto de retenciones móviles que tanto enfurecieron al campo argentino. De inmediato, Sanz, que había actuado como la cara visible de la oposición en esa madrugada, dijo que Cobos había tenido \"una actitud radical\" y la frase repercutió en todos los rincones del país. Los partidos opositores tomaron esa votación como \"una derrota del oficialismo\" y ya miran al 2009 con entusiasmo.\"No con todos, pero tenemos que fortalecer una alianza progresista entre el radicalismo, la Coalición Cívica y el socialismo\", sostiene el parlamentario mendocino. Los Andes puso rec en el grabador y Sanz habló. -¿Cómo tomó la decisión del Ejecutivo de derogar la resolución 125, tras la votación que le fue adversa en el Senado? - Me parece muy bien. El problema es que el decreto emitido por el Ejecutivo tiene falencias. Tiene una mala información de lo que ocurrió en el Congreso y la Casa Rosada sigue atribuyéndose la potestad de fijar las retenciones. Pero ésa es una batalla jurídica.Respecto a lo político, me ha dejado desorientado cuál es la verdadera lectura que el Gobierno ha hecho de lo que pasó en el Senado, porque en 48 horas ha tenido dos actitudes contradictorias. La del jueves a la noche de la Presidenta en el Chaco, a mi juicio, fue una lectura con bronca, cuando ella siguió insistiendo en que la razón estaba del lado del Ejecutivo. Cuando escuché eso, me preocupé. Pero la determinación sobre la resolución 125 implica otra lectura y, evidentemente, el kirchnerismo ha comprendido que tuvo una derrota y que la gente se expresó a través del Senado. Uno no puede quedarse contento sólo con la derogación de la resolución 125, que es un paso adelante. El gran desafío que tiene la política argentina es armar algo de lo que este país carece, que es un programa nacional agropecuario. -¿Cómo vivió el momento en el que pidió a Cobos que volviera al recinto? -Mi discurso del jueves a la madrugada tiene una explicación y es muy lógica. En ese momento, yo estaba comandando los 36 votos de la oposición y necesitaba que se sentara en esa silla el vicepresidente Cobos porque si en su lugar el Gobierno lograba que se sentara (el vicepresidente primero de la Cámara) José Pampuro, sabíamos que la votación estaba perdida; por eso yo llamaba a Cobos. Sabía que con él tenía una esperanza y precisamente la última parte de mi discurso, que la tengo que decir sin su presencia, se la quería decir frente a frente. Quería transportarlo mentalmente a la provincia, porque Mendoza tiene una alta exigencia con sus políticos -¿Habló con Cobos luego de la sesión? -No, no hablé. -¿Piensa hacerlo? -Sí, quiero dejar que pase todo esto. No soy muy amigo de los exitismos. Él sabe muy bien que en todos los temas institucionales ha contado conmigo y no hace falta que lo llame para adularlo. Lo he elogiado públicamente. -Cuando lo llame, ¿van a hablar de un posible regreso del vicepresidente al radicalismo? -La UCR tiene un proyecto que es autónomo e independiente de Kirchner y ese proyecto es construir una alternativa política al oficialismo. Si la actitud de Cobos del jueves en la madrugada tiene que ver con una conducta habitual que va en el sentido de diferenciarse del kirchnerismo, bienvenido sea Cobos y habrá que revisar todo lo que haya que revisar dentro del radicalismo para que no haya ningún obstáculo para estar dentro de un mismo ámbito político. Ahora bien, si lo de Cobos fue una conducta puntual en un tema puntual, pero piensa seguir formando parte del Gobierno y a la vez construir una alternativa, no podemos compartir el mismo espacio. La palabra no la tiene la UCR. La palabra la tienen los radicales K y está en ellos definir de qué lado quieren estar. No se puede estar dentro del Gobierno y construir una alternativa a él. -¿Cómo quedó la oposición después del \"no\" del Senado? -Muy fortalecida. En verdad hay mucha alegría por el resurgimiento del rol opositor. En esto tiene que ver el Parlamento argentino. Cuando al Congreso le ponés un tema, y le apuntan las cámaras de TV, donde cada uno tiene que justificar su voto, ahí la oposición se fortalece. Ahora, cuando el Parlamento sesiona de espalda a la sociedad o la sociedad no le presta atención, el oficialismo aprovecha y te pasa por encima. Eso fue lo que pasó con el Consejo de la Magistratura, lo de las leyes de emergencia, los presupuestos, etc. -Pensando en los 36 votos del jueves, ¿se puede construir una alternativa al kirchnerismo, porque también estaba Menem? - Si vos me preguntás por esos votos, la verdad es que tienen muy pocos denominadores comunes. La inteligencia nuestra fue darnos cuenta de que había muchos tipos que tenían razones particulares para estar enfrente del Gobierno.Pero quizás una razón común era que no les gustaba la resolución 125. Nosotros nos dedicamos a bucear en todas las razones particulares y nos encontramos, por ejemplo, que estaban los Romero de Salta que tenían mucha bronca; Reutemann que tiene intereses agropecuarios por Santa Fe; Verani que estaba harto de no estar dentro del radicalismo. Ahora, eso fue una foto del día miércoles. No se puede pensar que esos votos van a seguir juntos. -¿Cómo cree que debe actuar ahora la oposición? -Hay que seguir construyendo con coherencia. Hoy sabemos que hay un enorme sector de la sociedad que necesita estar representado por tipos que tengan sentido común, sensatez, que no se inclinen por el autoritarismo. La sociedad ha reaccionado poniendo límites al abuso del poder. La inteligencia nuestra estará en ver si la podemos representar o no; hay todo un camino para adelante. Estoy chocho de la vida, tengo unas ganas enormes. -En esta construcción de alternativas, ¿está usted dispuesto a aliarse con Elisa Carrió como dijo ella en la provincia hace más de un mes? -Lo que pasó en Mendoza fue un tema de acercamiento y de afecto que tuvo como destinatario mucho más a (el intendente de la Capital) Víctor Fayad que a mí. Lo que tienen que saber los argentinos es que si queremos armar una alternativa al kirchnerismo, no podemos caer en una alternativa dentro del propio peronismo, que es lo que están armando Duhalde, Barrionuevo, De la Sota y todos estos tipos que cuando empezaron a ver debilidad empezaron a fragotear dentro del propio peronismo.La sociedad argentina tiene que saber que hay sectores que no son peronistas, que somos progresistas y que estamos dispuestos a dejar de lado algunas diferencias para encontrar coincidencias. En eso yo pongo a tres sectores: a la UCR, a la Coalición Cívica y al Partido Socialista, de Binner y de Giustiniani. Por eso, todos aquellos gestos que uno pueda ir haciendo, para que la sociedad vislumbre que hay otras alternativas además de los Kirchner y además de los Duhalde, a mí me parecen bienvenidos. Si de cara a 2009 y a 2011 eso se traduce y se concreta en una alternativa electoral, todavía falta tiempo y veremos qué es lo que pasa. -Carrió dijo que usted y Fayad serían sus candidatos a legisladores nacionales el año que viene... -Bueno, Carrió tiene esa intención y esas ganas, pero es sólo eso; hay que ver qué pasa. -Volviendo a Mendoza, algunos legisladores provinciales del radicalismo se acusaron entre ellos por connivencia con el gobierno de Celso Jaque... -Eso fue una conducta prudente que tuvieron los bloques en la primera etapa de Jaque que fue pícaramente bastardeada por la Concertación y demás, haciendo ver como que ellos eran los únicos opositores. Hoy realmente los radicales de convicción que estén de un lado o del otro al final terminan votando juntos.
Laura Fiochetta - Foto: Roberto Salvadores Se hicieron las cuatro de la mañana del jueves y el senador nacional por la UCR, Ernesto Sanz, insistió para que volviera al recinto el vicepresidente Julio Cobos. Le advirtió que quería hablarle \"de mendocino a mendocino\" y le sugirió que se acordara del Parque General San Martín, de Tunuyán y de toda la provincia antes de emitir su voto. Después, el radicalismo y toda la oposición festejaron. Se había producido el histórico \"no\" de Cobos al proyecto de retenciones móviles que tanto enfurecieron al campo argentino. De inmediato, Sanz, que había actuado como la cara visible de la oposición en esa madrugada, dijo que Cobos había tenido \"una actitud radical\" y la frase repercutió en todos los rincones del país. Los partidos opositores tomaron esa votación como \"una derrota del oficialismo\" y ya miran al 2009 con entusiasmo.\"No con todos, pero tenemos que fortalecer una alianza progresista entre el radicalismo, la Coalición Cívica y el socialismo\", sostiene el parlamentario mendocino. Los Andes puso rec en el grabador y Sanz habló. -¿Cómo tomó la decisión del Ejecutivo de derogar la resolución 125, tras la votación que le fue adversa en el Senado? - Me parece muy bien. El problema es que el decreto emitido por el Ejecutivo tiene falencias. Tiene una mala información de lo que ocurrió en el Congreso y la Casa Rosada sigue atribuyéndose la potestad de fijar las retenciones. Pero ésa es una batalla jurídica.Respecto a lo político, me ha dejado desorientado cuál es la verdadera lectura que el Gobierno ha hecho de lo que pasó en el Senado, porque en 48 horas ha tenido dos actitudes contradictorias. La del jueves a la noche de la Presidenta en el Chaco, a mi juicio, fue una lectura con bronca, cuando ella siguió insistiendo en que la razón estaba del lado del Ejecutivo. Cuando escuché eso, me preocupé. Pero la determinación sobre la resolución 125 implica otra lectura y, evidentemente, el kirchnerismo ha comprendido que tuvo una derrota y que la gente se expresó a través del Senado. Uno no puede quedarse contento sólo con la derogación de la resolución 125, que es un paso adelante. El gran desafío que tiene la política argentina es armar algo de lo que este país carece, que es un programa nacional agropecuario. -¿Cómo vivió el momento en el que pidió a Cobos que volviera al recinto? -Mi discurso del jueves a la madrugada tiene una explicación y es muy lógica. En ese momento, yo estaba comandando los 36 votos de la oposición y necesitaba que se sentara en esa silla el vicepresidente Cobos porque si en su lugar el Gobierno lograba que se sentara (el vicepresidente primero de la Cámara) José Pampuro, sabíamos que la votación estaba perdida; por eso yo llamaba a Cobos. Sabía que con él tenía una esperanza y precisamente la última parte de mi discurso, que la tengo que decir sin su presencia, se la quería decir frente a frente. Quería transportarlo mentalmente a la provincia, porque Mendoza tiene una alta exigencia con sus políticos -¿Habló con Cobos luego de la sesión? -No, no hablé. -¿Piensa hacerlo? -Sí, quiero dejar que pase todo esto. No soy muy amigo de los exitismos. Él sabe muy bien que en todos los temas institucionales ha contado conmigo y no hace falta que lo llame para adularlo. Lo he elogiado públicamente. -Cuando lo llame, ¿van a hablar de un posible regreso del vicepresidente al radicalismo? -La UCR tiene un proyecto que es autónomo e independiente de Kirchner y ese proyecto es construir una alternativa política al oficialismo. Si la actitud de Cobos del jueves en la madrugada tiene que ver con una conducta habitual que va en el sentido de diferenciarse del kirchnerismo, bienvenido sea Cobos y habrá que revisar todo lo que haya que revisar dentro del radicalismo para que no haya ningún obstáculo para estar dentro de un mismo ámbito político. Ahora bien, si lo de Cobos fue una conducta puntual en un tema puntual, pero piensa seguir formando parte del Gobierno y a la vez construir una alternativa, no podemos compartir el mismo espacio. La palabra no la tiene la UCR. La palabra la tienen los radicales K y está en ellos definir de qué lado quieren estar. No se puede estar dentro del Gobierno y construir una alternativa a él. -¿Cómo quedó la oposición después del \"no\" del Senado? -Muy fortalecida. En verdad hay mucha alegría por el resurgimiento del rol opositor. En esto tiene que ver el Parlamento argentino. Cuando al Congreso le ponés un tema, y le apuntan las cámaras de TV, donde cada uno tiene que justificar su voto, ahí la oposición se fortalece. Ahora, cuando el Parlamento sesiona de espalda a la sociedad o la sociedad no le presta atención, el oficialismo aprovecha y te pasa por encima. Eso fue lo que pasó con el Consejo de la Magistratura, lo de las leyes de emergencia, los presupuestos, etc. -Pensando en los 36 votos del jueves, ¿se puede construir una alternativa al kirchnerismo, porque también estaba Menem? - Si vos me preguntás por esos votos, la verdad es que tienen muy pocos denominadores comunes. La inteligencia nuestra fue darnos cuenta de que había muchos tipos que tenían razones particulares para estar enfrente del Gobierno.Pero quizás una razón común era que no les gustaba la resolución 125. Nosotros nos dedicamos a bucear en todas las razones particulares y nos encontramos, por ejemplo, que estaban los Romero de Salta que tenían mucha bronca; Reutemann que tiene intereses agropecuarios por Santa Fe; Verani que estaba harto de no estar dentro del radicalismo. Ahora, eso fue una foto del día miércoles. No se puede pensar que esos votos van a seguir juntos. -¿Cómo cree que debe actuar ahora la oposición? -Hay que seguir construyendo con coherencia. Hoy sabemos que hay un enorme sector de la sociedad que necesita estar representado por tipos que tengan sentido común, sensatez, que no se inclinen por el autoritarismo. La sociedad ha reaccionado poniendo límites al abuso del poder. La inteligencia nuestra estará en ver si la podemos representar o no; hay todo un camino para adelante. Estoy chocho de la vida, tengo unas ganas enormes. -En esta construcción de alternativas, ¿está usted dispuesto a aliarse con Elisa Carrió como dijo ella en la provincia hace más de un mes? -Lo que pasó en Mendoza fue un tema de acercamiento y de afecto que tuvo como destinatario mucho más a (el intendente de la Capital) Víctor Fayad que a mí. Lo que tienen que saber los argentinos es que si queremos armar una alternativa al kirchnerismo, no podemos caer en una alternativa dentro del propio peronismo, que es lo que están armando Duhalde, Barrionuevo, De la Sota y todos estos tipos que cuando empezaron a ver debilidad empezaron a fragotear dentro del propio peronismo.La sociedad argentina tiene que saber que hay sectores que no son peronistas, que somos progresistas y que estamos dispuestos a dejar de lado algunas diferencias para encontrar coincidencias. En eso yo pongo a tres sectores: a la UCR, a la Coalición Cívica y al Partido Socialista, de Binner y de Giustiniani. Por eso, todos aquellos gestos que uno pueda ir haciendo, para que la sociedad vislumbre que hay otras alternativas además de los Kirchner y además de los Duhalde, a mí me parecen bienvenidos. Si de cara a 2009 y a 2011 eso se traduce y se concreta en una alternativa electoral, todavía falta tiempo y veremos qué es lo que pasa. -Carrió dijo que usted y Fayad serían sus candidatos a legisladores nacionales el año que viene... -Bueno, Carrió tiene esa intención y esas ganas, pero es sólo eso; hay que ver qué pasa. -Volviendo a Mendoza, algunos legisladores provinciales del radicalismo se acusaron entre ellos por connivencia con el gobierno de Celso Jaque... -Eso fue una conducta prudente que tuvieron los bloques en la primera etapa de Jaque que fue pícaramente bastardeada por la Concertación y demás, haciendo ver como que ellos eran los únicos opositores. Hoy realmente los radicales de convicción que estén de un lado o del otro al final terminan votando juntos.
Publicado en Los Andes, domingo 20 de julio de 2008.
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