Hemos puesto en funcionamiento mecanismos que estaban adormecidos o guardados. Hoy tenemos una situación que es compleja pero constituye una gran oportunidad de poner en funcionamiento instituciones, de poner en marcha mecanismos, de revalorizar cuestiones que en los últimos tiempos no tenían su adecuado valor.
No podemos entender cómo se generó esta situación, cuando desde el Gobierno se informa que hay superávit fiscal”.
Se establece una confiscación lisa y llana que pretende llevarse adelante a través de este sistema de retenciones móviles.
Muchos economistas señalan que esta es la mejor situación desde 1810.
Todos los que estamos en esta situación, los que formamos parte de este momento de la historia, tenemos una responsabilidad unos con otros. Oficialismo y oposición, campo y ciudad, sector público y privado, porteños y provincianos.
Todo ello en el marco de la paz social.
Me gusta analizar algunos contenidos desde alguna rigurosidad técnica.
Hemos asistido en los últimos días a un sinfín de actos de magia verbal de parte de funcionarios del gobierno que parecen tener la finalidad de los magos que es desviar la atención, tratar de ocultar lo evidente, tras un
Se quieren ocultar 2 verdades: una, que las retenciones son un impuesto; la segunda es que el único poder del Estado que tiene facultad para fijar impuestos es el Legislativo.
Si la causa del tributo es la capacidad contributiva, estamos en presencia de un impuesto.
Todos sabemos cuáles son las normas constitucionales que establecen esto.
Estas retenciones tienen como finalidad lograr la tan ansiada redistribución. También se dice que esta redistribución es una medida de corte progresista, pero las retenciones son un impuesto regresivo, porque afectan a todos los contribuyentes. Se podrían asimilar al impuesto a los ingresos brutos.
Son malos los impuestos regresivos. Y por qué hay tantos impuestos regresivos en la Argentina, como IVA, ingresos brutos, y retenciones. Y se podría decir que porque son un recurso fiscal para solventar la caja. Entonces no son para redistribuir.
La política es la única herramienta que permite transformar a la sociedad sin violencia. Hoy la política vuelve a ocupar el lugar que nunca debió abandonar. Pero no nos equivoquemos, no dilapidemos esta oportunidad, no seamos mezquinos, revaloricemos nuestras instituciones.
No nos oponemos a la existencia de las retenciones. Si nos oponemos a algunas cuestiones vinculadas con ellas: quién las fija y en qué medida. Y esto tiene que ver con la mesura. Hemos advertido que ha habido un ambiente de desmesura. Ha habido una desmesura en las personas que puede resolverse a través de la mesura en las normas, en las instituciones y a lo mejor lograr esos consensos.
No podemos entender cómo se generó esta situación, cuando desde el Gobierno se informa que hay superávit fiscal”.
Se establece una confiscación lisa y llana que pretende llevarse adelante a través de este sistema de retenciones móviles.
Muchos economistas señalan que esta es la mejor situación desde 1810.
Todos los que estamos en esta situación, los que formamos parte de este momento de la historia, tenemos una responsabilidad unos con otros. Oficialismo y oposición, campo y ciudad, sector público y privado, porteños y provincianos.
Todo ello en el marco de la paz social.
Me gusta analizar algunos contenidos desde alguna rigurosidad técnica.
Hemos asistido en los últimos días a un sinfín de actos de magia verbal de parte de funcionarios del gobierno que parecen tener la finalidad de los magos que es desviar la atención, tratar de ocultar lo evidente, tras un
Se quieren ocultar 2 verdades: una, que las retenciones son un impuesto; la segunda es que el único poder del Estado que tiene facultad para fijar impuestos es el Legislativo.
Si la causa del tributo es la capacidad contributiva, estamos en presencia de un impuesto.
Todos sabemos cuáles son las normas constitucionales que establecen esto.
Estas retenciones tienen como finalidad lograr la tan ansiada redistribución. También se dice que esta redistribución es una medida de corte progresista, pero las retenciones son un impuesto regresivo, porque afectan a todos los contribuyentes. Se podrían asimilar al impuesto a los ingresos brutos.
Son malos los impuestos regresivos. Y por qué hay tantos impuestos regresivos en la Argentina, como IVA, ingresos brutos, y retenciones. Y se podría decir que porque son un recurso fiscal para solventar la caja. Entonces no son para redistribuir.
La política es la única herramienta que permite transformar a la sociedad sin violencia. Hoy la política vuelve a ocupar el lugar que nunca debió abandonar. Pero no nos equivoquemos, no dilapidemos esta oportunidad, no seamos mezquinos, revaloricemos nuestras instituciones.
No nos oponemos a la existencia de las retenciones. Si nos oponemos a algunas cuestiones vinculadas con ellas: quién las fija y en qué medida. Y esto tiene que ver con la mesura. Hemos advertido que ha habido un ambiente de desmesura. Ha habido una desmesura en las personas que puede resolverse a través de la mesura en las normas, en las instituciones y a lo mejor lograr esos consensos.
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