Lo que desató el problema no es nada más ni nada menos que la resolución 125. Por eso consideramos que no vamos a hacer esta noche la ley que va a salvar el país. Lo que venimos a plantear es suspender esta resolución 125 y tomarnos el tiempo suficiente con la responsabilidad que le compete a este Congreso para hacer las leyes que realmente sirvan no solamente para que llegue el alimento a las mesas argentinas en cantidad y al precio que corresponde, sino también para que no tengamos que decir algún día que no hemos sido capaces de solucionar un conflicto que lleva más de 120 días en el país. Si no lo resolvemos a través de la suspensión de esta ley, no vamos a solucionar el problema real
Si queremos resolver el problema de la mesa, si queremos tener productos más baratos, la única alternativa va a ser producir más, porque produciendo más podemos exportar más y se pueden bajar los precios internos.
Aquí se habló de cómo se achicaron los pueblos del interior y cómo fueron desapareciendo muchos pequeños y medianos productores, y eso no es de ahora, viene desde hace mucho tiempo. Los argentinos no hemos tenido una política de desarrollo que esté acorde a los tiempos y a las circunstancias que vive nuestro país. No se hizo y no la vamos a poder hacer en una sola noche. No creo que de aquí salga una ley que cambie la realidad. Que de aquí salga una ley con la cual podamos dar un gran salto en materia de distribución y en materia de producción, y en materia de crecimiento de los pueblos del interior.
La cantidad de tambos se fue achicando en nuestro país. Treinta años atrás este país tenía 50.000 explotaciones lecheras, hoy le quedan 11.000. Aunque producimos tanta o más cantidad de leche que en aquellos tiempos ¿Por qué ocurrió esto? No podemos hablar de la concentración, porque aquellos tambos que producían 500 litros hace 30 años, muchos de ellos están produciendo el triple de lo que producían, y con eso compensamos los tantos y tantos productores de leche que se fueron retirando del mercado.
Mas grave aún es que este país llegó a producir 11.500 millones de litros, y este año, en una caída sucesiva en los últimos cuatro años, vamos a producir solamente 8.500 millones. El consumo de los argentinos es de 219 litros per cápita por año. Si esto lo multiplicamos por los 40 millones de argentinos que somos apenas cubrimos el mercado interno, y si sigue la sequía no va a alcanzar y vamos a tener que importar leche para los argentinos.
Si queremos poner carne barata en la mesa tenemos que hacer lo que hicieron los países que desarrollaron esta actividad. Brasil hace treinta años tenía la misma cantidad de cabezas que teníamos nosotros y que seguimos teniendo todavía. Con una diferencia, que desarrolló su ganadería, y hoy tiene 178 millones de cabezas. Es posible hacerlo, tienen el mismo clima, tienen las mismas tierras, simplemente tuvieron gobiernos que apostaron a que esto crezca. Si nosotros apostamos a esta misma forma de trabajo vamos a poder llevar a la mesa de los argentinos los productos más baratos.
Con respecto a la emergencia agropecuaria, nuestro partido desde hace 9 años que viene luchando por una ley. La hemos representado todas las veces necesaria para que tenga estado parlamentario. O casualidad, recién ahora se acuerdan que el país puede tener emergencia. Coincidimos en gran parte con la ley que se va a presentar, pero no es suficiente, porque 150 millones de pesos son sumamente escasos para cuando tengamos un problema en el país y no tenemos por qué ir a pedirle al jefe de Gabinete que nos de plata. El Estado argentino tiene mucha plata, y mucha que le da el campo. No hace falta pedir plata prestada, y la tenemos. A esa ley hay que darle un fondo de 1.000 millones de pesos, para que cuando tengamos emergencia no tengamos que andar recorriendo los pasillos de la casa de Gobierno.
Si queremos resolver el problema de la mesa, si queremos tener productos más baratos, la única alternativa va a ser producir más, porque produciendo más podemos exportar más y se pueden bajar los precios internos.
Aquí se habló de cómo se achicaron los pueblos del interior y cómo fueron desapareciendo muchos pequeños y medianos productores, y eso no es de ahora, viene desde hace mucho tiempo. Los argentinos no hemos tenido una política de desarrollo que esté acorde a los tiempos y a las circunstancias que vive nuestro país. No se hizo y no la vamos a poder hacer en una sola noche. No creo que de aquí salga una ley que cambie la realidad. Que de aquí salga una ley con la cual podamos dar un gran salto en materia de distribución y en materia de producción, y en materia de crecimiento de los pueblos del interior.
La cantidad de tambos se fue achicando en nuestro país. Treinta años atrás este país tenía 50.000 explotaciones lecheras, hoy le quedan 11.000. Aunque producimos tanta o más cantidad de leche que en aquellos tiempos ¿Por qué ocurrió esto? No podemos hablar de la concentración, porque aquellos tambos que producían 500 litros hace 30 años, muchos de ellos están produciendo el triple de lo que producían, y con eso compensamos los tantos y tantos productores de leche que se fueron retirando del mercado.
Mas grave aún es que este país llegó a producir 11.500 millones de litros, y este año, en una caída sucesiva en los últimos cuatro años, vamos a producir solamente 8.500 millones. El consumo de los argentinos es de 219 litros per cápita por año. Si esto lo multiplicamos por los 40 millones de argentinos que somos apenas cubrimos el mercado interno, y si sigue la sequía no va a alcanzar y vamos a tener que importar leche para los argentinos.
Si queremos poner carne barata en la mesa tenemos que hacer lo que hicieron los países que desarrollaron esta actividad. Brasil hace treinta años tenía la misma cantidad de cabezas que teníamos nosotros y que seguimos teniendo todavía. Con una diferencia, que desarrolló su ganadería, y hoy tiene 178 millones de cabezas. Es posible hacerlo, tienen el mismo clima, tienen las mismas tierras, simplemente tuvieron gobiernos que apostaron a que esto crezca. Si nosotros apostamos a esta misma forma de trabajo vamos a poder llevar a la mesa de los argentinos los productos más baratos.
Con respecto a la emergencia agropecuaria, nuestro partido desde hace 9 años que viene luchando por una ley. La hemos representado todas las veces necesaria para que tenga estado parlamentario. O casualidad, recién ahora se acuerdan que el país puede tener emergencia. Coincidimos en gran parte con la ley que se va a presentar, pero no es suficiente, porque 150 millones de pesos son sumamente escasos para cuando tengamos un problema en el país y no tenemos por qué ir a pedirle al jefe de Gabinete que nos de plata. El Estado argentino tiene mucha plata, y mucha que le da el campo. No hace falta pedir plata prestada, y la tenemos. A esa ley hay que darle un fondo de 1.000 millones de pesos, para que cuando tengamos emergencia no tengamos que andar recorriendo los pasillos de la casa de Gobierno.
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